Paintball- Jugar al paintball con un calor de la muerte no es aconsejable. Fue una guerra peculiar…aún tengo marcas de guerra en el cuerpo en forma de punto rojo en el torso. Acabé dolorido, con el pelo naranja por la explosión de una bala de pintura en mi cabeza y deshidratado…pero valió la pena.
Comunión: La comunión de mi sobrina fue genial. Lo primero ver a mi sobrinita tan preciosa (como siempre), después la comilona que nos metimos, los bailes salseros con mi hermana, la locura en el parque con los niños y los no tan niños. Lo peor fue que casi muero de calor haciendo de cámara grabando toda la comunión…y teniendo que esquivar a otros fotógrafos y cámaras…era un guerra para capturar el mejor plano, también fue lamentable el cura y sus sermones políticos y morales (aysss, mejor me callo, me irrito muchísimo). El momento mágico fue la creación de la canción del verano mezclando dos canciones de salsa que no paraban de sonar…Nando y yo la creamos y no parábamos de cantar como locos este estribillo “déjate querer mujer…lo tengo regalado”…no sabemos como…pero acabó toda la gente cantando esta inmensa tontería.
Juergas: Corrió el alcohol por mis venas como nunca. La receta es sencilla…mezclas amigos tarados, alcohol, surrealismo, bailes alocados y diversión a raudales…y tienes unas juergas locas, llenas de anécdotas y charlas para enmarcar. Las fiestas suelen ser los viernes, pero hasta cayó una un martes (Lois: que fuerteeeeee). Me faltan las fiestas de los fines de semana…pero un servidor trabaja esos días.
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